lunes, 18 de mayo de 2009

Una siesta diaria ayuda a la memoria a largo plazo

Una siesta diaria de noventa minutos agiliza la consolidación de la memoria a largo plazo, según un estudio de María Korman y su equipo de la Universidad israelí de Haifa, que se publica en el último número de Nature Neuroscience.



La memoria a largo plazo, definida como aquélla que no desaparece o que desaparece después de mucho tiempo, puede ser de dos tipos, la memoria del “qué” (qué pasó ayer) y la memoria del “cómo” (cómo conducir).



El estudio, desarrollado junto con el Laboratorio del Sueño del Centro Médico de Sheba y el de la Universidad de Montreal (Canadá), se llevó a cabo en dos grupos de participantes a los que se hizo repetir una secuencia realizada con el pulgar y otro dedo de la mano. A través de este ejercicio se comprobaba la capacidad del “cómo” de la memoria, dependiendo de la rapidez y corrección con que se realizaran los movimientos. Mientras uno de los grupos permanecía despierto, el otro dormía una hora y media de siesta.



El grupo que durmió mostró una clara mejora en el desempeño de sus tareas por la tarde frente a los que no habían dormido. Sin embargo, después de una noche entera durmiendo, ambos grupos dieron los mismos resultados.



Un segundo estudio demuestra que si una persona trata de efectuar un nuevo ejercicio en las seis a ocho horas posteriores a la realización de éste, puede tener problemas en aprendizajes inmediatamente posteriores. De esta forma, al no haberse consolidado el periodo de aprendizaje, y al tratar de aprender un nuevo ejercicio, el primero se olvidará. Las personas que durmieron una siesta entre un ejercicio y otro, a la mañana siguiente todavía recordaban ambos.



Comidas que mejoran el estado de ánimo

Se ha demostrado que algunos alimentos estimulan la producción de sustancias cerebrales que tienen una enorme influencia en el humor, el desempeño físico y mental, e incluso en el comportamiento de las personas.





Estos son algunos de los alimentos que fueron más estudiados y cuya efectividad ha sido demostrada:


Pan Integral: la gran mayoría de los panes integrales contienen aminoácidos, entre ellos uno llamado triptófano, es un importante precursor de la serotonina (neurotransmisor relacionado con el estado de ánimo que mejora la depresión leve y el insomnio). Se aconseja consumir 4 rebanadas por la mañana.

Espinaca y legumbres: contienen folatos (precursores de la adenosilmetionina). Se demostró que el 30% de los pacientes deprimidos tienen deficiencia de este elemento. También se lo puede obtener de los cereales.

Agua: se puede padecer de agotamiento y depresión leve simplemente por no tomar suficiente agua, la deshidratación pasa inadvertida y se cree que es cansancio lo que en realidad se debe a la falta de líquidos. Se recomienda tomar 8 vasos de agua al día para un buen funcionamiento del organismo.

Carbohidratos: algunos experimentos revelan que alimentos como el arroz, las papas y el pan causan calma y sedación porque elevan la concentración de serotonina.

Pavo: carne de bajo contenido calórico, es rica en tirosina, aminoácido que eleva la producción de dopamina y noradrenalina en el cerebro, lo que causa un efecto vigorizante e incrementa la resistencia del organismo al estrés. Basta con una porción de 300gramos de pechuga.

Frutos secos: contienen una gran cantidad de magnesio. Un puñado diario ayuda a reducir los dolores de cabeza y a controlar el estrés.

Naranja y mandarina: una dosis diaria de 150 miligramos de Vitamina C (equivalente a dos naranjas) bastan para disminuir el nerviosismo y el mal humor. En dosis mayores (ejemplo: dos vasos de jugo de naranja fresco todas las mañanas) actúa como un eficaz energizante, y por supuesto como protector de enfermedades cardiorrespiratorias y como estimulante del sistema inmunológico. La vitamina C también puede obtenerse de otros cítricos como el pomelo, limón, etc. La naranja, además, contiene folatos.

Nuez: contiene una gran cantidad de selenio, mineral que según los investigadores aumenta la energía y disminuye la ansiedad con tan sólo comer un puñado de nueces diarias. Otras fuentes de selenio son los mariscos y la carne de vaca.

Lácteos: la leche y sus derivados son ricos en triptófano, que regula el estado de ánimo a través del incremento de la serotonina. Se aconseja el consumo de 3 porciones diarias.

Fresa: contiene vitaminas, sobre todo C (cuya cantidad es importante), fibras y potasio. Es una fruta de un enorme valor nutricional y energético. Además eleva las defensas del organismo, mejora el ánimo y según los investigadores produce tranquilidad y alivio durante la menstruación.

Chocolate: contiene triptófano y produce feniletilamina, sustancia de efecto antidepresivo y que normaliza el humor. Además también es un efectivo antiestrés. Una porción pequeña por día (de chocolate negro) es suficiente.



Ahora podemos mejorar nuestra calidad de vida doblemente, incluyendo en la dieta diaria alimentos variados que proporcionen al cuerpo los nutrientes que necesita para desempeñar sus funciones más importantes, y que además nos alegren.